Desde hace unos años se ha producido un incremento en el número de personas que eligen países exóticos o tropicales como destino de vacaciones, una opción que hace que se esté en contacto con enfermedades infecciosas diferentes a las del entorno habitual. Por eso, aquí le presentamos 10 consejos para tener en cuenta a la hora de hacer la maleta.
Por ello, el viajero debe conocer los riesgos a los que se enfrenta para adoptar las medidas pertinentes. Aquí les presentamos 10 para llevarse en la maleta.
Consultas previas:
Las recomendaciones sanitarias han de hacerse de forma individual debido a que el riesgo a adquirir enfermedades varía mucho de un país a otro. Además, debemos acudir al médico general antes de partir, sobre todo si está sometido a algún tratamiento médico. Y es conveniente que se informe sobre el sistema local de asistencia médica y la cobertura del seguro.
Edades de riesgo:
Los viajeros mayores y los niños necesitan precauciones especiales, ya que su resistencia es menor. La Organización Mundial de la Salud desaconseja viajar a los menores de dos años y especialmente a los de menos de 12 meses. Si se viaja con un niño pequeño en avión se recomienda que los lactantes beban líquidos y utilicen el chupete en el despegue y aterrizaje.
Vestuario, clima y botiquín:
En el trópico los vestidos deben ser de fibras naturales (algodón, lino), ligeros, no ajustados y de colores claros. Lleve pantalón y camisa de manga larga, así como zapato cerrado para evitar picaduras o mordeduras. Además, es aconsejable llevar un pequeño botiquín con cremas solares, repelentes de mosquitos, medicamentos contra el paludismo, sales de rehidratación oral y material para una cura. También debe evitar el contacto con todo tipo de animales, aunque sean domésticos, ya que no suelen estar vacunados.
Vacunaciones obligatorias:
Para conocerlas con exactitud lo mejor es visitar la web del ministerio de Sanidad y Consumo, www.msc.es, que incluye un listado de centros donde se dispensan. El paludismo o la malaria es la enfermedad más extendida, pues afecta a casi todos los países tropicales. Se transmite por la picadura del mosquito. Hay que ser conscientes del riesgo, tomar la quimioprofilaxis recomendada y conocer la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz.
Qué ingerir:
Los alimentos y las bebidas son la causa más frecuente de la principal enfermedad del viajero, la diarrea. Lávese las manos con frecuencia, beba agua embotellada, no tome hielo que no haya sido preparado con agua tratada, consuma sólo leche envasada o en polvo, evite consumir pescado, marisco y verdura crudos, las salsas que contengan huevos crudos, pele la fruta personalmente y evite la comida de los vendedores callejeros.
Ojo al bañarse:
Aunque parezca una tontería, los baños en ríos y lagos de agua dulce pueden ser origen de enfermedades como las parasitarias. Sólo son seguras las piscinas con cloro. Los baños en el mar, sin embargo, no implican riesgo, aunque siempre es recomendable que el viajero se informe de que está permitido el baño y no hay corrientes.
Viajes largos en avión:
El jet lag consiste en una serie de síntomas físicos y psicológicos asociados con el cruce rápido de varias zonas horarias (meridianos) pudiendo aparecer insomnio, irritabilidad y astenia. Conviene tenerlo en cuenta para tomar medidas en el lugar de destino.
Sexo seguro:
Enfermedades de transmisión sexual como el sida y la hepatitis B han aumentado en los últimos años. Un cierto número de viajeros contrae estas enfermedades debido a un comportamiento de riesgo. La medida de prevención más eficaz es el uso de preservativo.
Drogas y viajes:
No compre ni consuma. El Ministerio de Salud y Consumo recomienda que "si sale de nuestro país, evite cualquier contacto con las drogas, pude ser el inicio de un viaje sin fecha de retorno". Además aconseja que no se haga caso de falsas informaciones según las cuales otros países son más permisivos que España. No acepte hacerse cargo de equipajes u objetos cuyo contenido desconozca.
Chequeo posterior:
Hay muchas enfermedades que no se manifiestan inmediatamente. En el caso de acudir al médico con posteridad deberá informarle de que ha realizado un viaje en los últimos 12 meses a una zona tropical o país en desarrollo.
Por ello, el viajero debe conocer los riesgos a los que se enfrenta para adoptar las medidas pertinentes. Aquí les presentamos 10 para llevarse en la maleta.
Consultas previas:
Las recomendaciones sanitarias han de hacerse de forma individual debido a que el riesgo a adquirir enfermedades varía mucho de un país a otro. Además, debemos acudir al médico general antes de partir, sobre todo si está sometido a algún tratamiento médico. Y es conveniente que se informe sobre el sistema local de asistencia médica y la cobertura del seguro.
Edades de riesgo:
Los viajeros mayores y los niños necesitan precauciones especiales, ya que su resistencia es menor. La Organización Mundial de la Salud desaconseja viajar a los menores de dos años y especialmente a los de menos de 12 meses. Si se viaja con un niño pequeño en avión se recomienda que los lactantes beban líquidos y utilicen el chupete en el despegue y aterrizaje.
Vestuario, clima y botiquín:
En el trópico los vestidos deben ser de fibras naturales (algodón, lino), ligeros, no ajustados y de colores claros. Lleve pantalón y camisa de manga larga, así como zapato cerrado para evitar picaduras o mordeduras. Además, es aconsejable llevar un pequeño botiquín con cremas solares, repelentes de mosquitos, medicamentos contra el paludismo, sales de rehidratación oral y material para una cura. También debe evitar el contacto con todo tipo de animales, aunque sean domésticos, ya que no suelen estar vacunados.
Vacunaciones obligatorias:
Para conocerlas con exactitud lo mejor es visitar la web del ministerio de Sanidad y Consumo, www.msc.es, que incluye un listado de centros donde se dispensan. El paludismo o la malaria es la enfermedad más extendida, pues afecta a casi todos los países tropicales. Se transmite por la picadura del mosquito. Hay que ser conscientes del riesgo, tomar la quimioprofilaxis recomendada y conocer la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz.
Qué ingerir:
Los alimentos y las bebidas son la causa más frecuente de la principal enfermedad del viajero, la diarrea. Lávese las manos con frecuencia, beba agua embotellada, no tome hielo que no haya sido preparado con agua tratada, consuma sólo leche envasada o en polvo, evite consumir pescado, marisco y verdura crudos, las salsas que contengan huevos crudos, pele la fruta personalmente y evite la comida de los vendedores callejeros.
Ojo al bañarse:
Aunque parezca una tontería, los baños en ríos y lagos de agua dulce pueden ser origen de enfermedades como las parasitarias. Sólo son seguras las piscinas con cloro. Los baños en el mar, sin embargo, no implican riesgo, aunque siempre es recomendable que el viajero se informe de que está permitido el baño y no hay corrientes.
Viajes largos en avión:
El jet lag consiste en una serie de síntomas físicos y psicológicos asociados con el cruce rápido de varias zonas horarias (meridianos) pudiendo aparecer insomnio, irritabilidad y astenia. Conviene tenerlo en cuenta para tomar medidas en el lugar de destino.
Sexo seguro:
Enfermedades de transmisión sexual como el sida y la hepatitis B han aumentado en los últimos años. Un cierto número de viajeros contrae estas enfermedades debido a un comportamiento de riesgo. La medida de prevención más eficaz es el uso de preservativo.
Drogas y viajes:
No compre ni consuma. El Ministerio de Salud y Consumo recomienda que "si sale de nuestro país, evite cualquier contacto con las drogas, pude ser el inicio de un viaje sin fecha de retorno". Además aconseja que no se haga caso de falsas informaciones según las cuales otros países son más permisivos que España. No acepte hacerse cargo de equipajes u objetos cuyo contenido desconozca.
Chequeo posterior:
Hay muchas enfermedades que no se manifiestan inmediatamente. En el caso de acudir al médico con posteridad deberá informarle de que ha realizado un viaje en los últimos 12 meses a una zona tropical o país en desarrollo.
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